UN CAMINO PARA VALIENTES Y HUMILDES"
No tengáis miedo ..." Mc16, 1-18
No quedarnos encerrados. Tenemos que fortalecer la vida comunitaria, eclesial y salir al encuentro de los otros y acompañarlos. Salir a la calle para invitar a los excluidos con un deseo inagotable de misericordia. Debemos tocar la carne sufriente de Cristo en el pueblo y así tener "olor a oveja".
Que sepamos tener paciencia a que lleguen los frutos, no quemar etapas. No seamos quejosos ni alarmistas ni veamos enemigos en todas partes, más bien, encontremos la manera de que la Palabra se ecarne en una situación concreta y dé frutos de vida nueva. Y toda esta belleza la celebremos y festejemos en la Liturgia para reponer fuerzas en el Pan de vida.. Debemos remar mar adentro y contagiar el amor liberador de Jesuscristo.
¿EN QUÉ PUEDO TRADUCIR LO DE "SER UN VALIENTE TESTIGO DE JESUSCRISTO"? ¿CÓMO LO VIVO Y CÓMO LO PUEDO VIVIR?
Se trata de que yo viva con determinación el ser alguien que traduce al aquí y ahora, cómo actuaría Jesús en nuestra realidad social y política concreta en todas las relaciones humanas en las que vivo. Necesita Jesús actualizar su vida a través de todos los seguidores que están movidos por su Espítiru, que se mojan y embarran en los problemas que nos aquejan aquí y ahora.
Acoger a cada familia de los niños de catequesis, las de nuestros talleres, las de matrimonios rotos, las de matrimonios que se ven desabordados por falta de trabajo, trabajo explotado de horas y de sueldo, desorientados por el ritmo frenético que impone este mundo y ponernos a reflexionar... y descubrir juntos caminos nuevos. Lo mismo con los jóvenes ... acompañar y orientar. Somos pocos y probrecillos. Aceptar las limitaciones y poner ilusión en vivir acogiendo y ayudando y el Señor irá haciendo lo que falta.
¿ CÓMO, AÚN SIENDO MINORITARIOS, PODEMOS MANTENER LA MISIÓN EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA CON VALENTÍA Y HUMILDAD?
Si el Evangelioo llena de alegria nuestra vida, eso se contagia.
¿CÓMO PODEMOS CONTAGIAR LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO A LOS DEMÁS?
Las comunidades de cada parroquia deben vivir el Evangelio y así poderlo contagiar y para ello tienen que celebrar y vivir la Eucaristía con tal riqueza que sea el medio de recargar su pila para vivir esa misión de "podéis ir en Paz" a la vida y con nuestra vida publicar al Jesús de los Evangelios. Animarnos, compartir en pequeñas comuidades todo para que en ese caminar nos vayamos transformando (revistiendo) de Cristo.
Tenemos que ir creando grupos que entran en relación con la Parroquia por diferentes motivos y cuidar que esos grupos animados y acompañados por alguien que siendo laico, tenga capacidades probadas para ello.
¿ES UNA FUERZA O UNA DEBILIDAD QUE LA IGLESIA NO SEA PERCIBIDA COMO UNA FUERZA SOCIAL? Yo creo que es una fuerza que la Iglesia no sea percibida como una fuerza social.
No debe conservar ningún poder para poder ser lo que Jesús quiso: "levadura , sal y luz", desde la pobreza de medios, de poder, de influencias. Es ser vida y ejemplo, sin adoctrinar ni convencer por la razón, sino por la sencillez de los hechos que convencen.
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