sábado, 2 de febrero de 2019

REFLEXIONAMOS EL PUNTO 3º: UN MOMENTO DE ESPERANZA: REVITALIZAR LA VIDA ECLESIAL.



3.- UN MOMENTO DE ESPERANZA: REVITALIZAR LA VIDA ECLESIAL.
Ante los cambios como el individualismo,  la globalización, internet, la pérdida de valores cristianos, relegar lo religioso a lo privado… En la familia y en la sociedad ya no se transmite la fe. La Iglesia no acierta a transmitirla, los que nos decimos cristianos  no la hacemos ver con nuestra vida.

¿Cómo creemos que debe organizarse nuestra diócesis para que pueda afrontar el futuro? Necesitamos una forma nueva y sostenible de la vida de la Iglesia en la que participemos todos. Necesitamos nuevo ardor, nuevos métodos, nuevo lenguaje.

¿CÓMO PODEMOS PROCLAMAR HOY EL MENSAJE LIBERADOR DE JESUCRISTO Y SERVIR A LA GENTE, ESPECIALMENTE A LOS MÁS DESFAVORECIDOS? Sólo en el encuentro con Cristo podemos dar ese paso. De lo contrario entramos en la  racionalización de la fe, que lo único que enseña es una teoría.

¿CÓMO VIVO YO LA INFLUENCIA DE LOS CAMBIOS QUE VIVIMOS EN EL MUNDO?
Soy consciente de cómo en el mundo manda DON DINERO , yo quiero actuar con sobriedad, compartiendo, en comunidad y buscando otras alternativas. Quiero que mi fe no se quede en teoría y trato de vivirla como fuente de energía para que todo lo que hago tenga sentido en los valores del Evangelio. Me examino de la coherencia que tengo y cómo lo que me llena de sentido me da alas para vivir con paz y sin desear tener más. No sé como trasmitir  todo esto a los que me rodean. Tengo que madurar mis posicionamientos para convencer más por lo que hago con mi vida.
Necesito actualizar el lenguaje religioso, el credo, las oraciones, la misa y expresarme y que me entienda la gente de hoy que no es ignorante y conoce la evolución y las ciencias. Quiero actualizar el mensaje central de un Dios Padre-Madre que nos ama con locura, no por nuestros méritos y pide que nosotros hagamos como Él.
Pido una formación actual y comprometida para que no permitamos la pobreza, la desigualdad, la exclusión y nos unamos para defender una vida digna para todos, sin dejar a nadie fuera.

¿CÓMO PODEMOS PROCLAMAR  A TODOS EL CAMINO DE VIDA QUE BROTA DEL EVANGELIO?
Viviendo los valores del Evangelio en nuestra vida cultivados desde la oración diaria que escucha la Palabra y se deja interpelar por ella. Si vivimos apoyados en pequeñas comunidades el Evangelio, al compartirlo con los demás nos enriquecemos y nos animamos  a transformar nuestro entorno con iniciativas concretas. Tengo que vivir yo transformado, enamorado, para que lo que haga o diga  tenga autoridad. Si todo lo hago con amor, eso convence.

¿CÓMO PUEDE NUESTRA DIÓCESIS AFRONTAR ASÍ EL FUTURO?
Favoreciendo grupos en cada comunidad parroquial que comparten su fe y se plantean juntos cómo vivirla transformando su realidad. Animándoles con personas  formadas y renovadas en la teología actual, no obsoleta. Celebrando los sacramentos  muy conectados con la vida. Siendo menos de cultos y actos religiosos y litúrgicos y más conectados con los problemasde nuestros barrios. Maniféstándonos  y formando parte de  asociaciones de todo tipo que existan o puedan crearse. Sirviendo, ofreciendo ayuda, acompañando, escuchando, no dogmatizando en todas las instancias en que podemos estar

¿CÓMO PUEDE NUESTRA IGLESIA ACOGER  LOS MODOS DE VIDA Y GESTOS QUE HAY EN NUESTRO ENTORNO  QUE SON SIGNOS DEL REINO?
Tenemos que mirar con ojos nuevos las realidad de la gente que vive sus éxitos y sus dificultades;  sus búsquedas en la  convivencia como familia, sus pobrezas, su  historia  particular que le ha hecho ser y pensar como piensa.
Quitando esa  prepotencia que juzga a los otros como equivocados o malos por no seguir los dogmas del cristianismo. Metiéndonos en la piel de los otros y actuar acogiendo y  liberando como Jesús.
Por ejemplo, como catequistas, tenemos que escuchar, acompañar , comprender, ayudar, dialogar con los padres que llevan a sus hijos a la catequesis y ellos están muy alejados. No se trata de adoctrinarlos sino de que vivan una experiencia de acogida para que cambien sus prejuicios sobre lo que es ser y vivir en cristiano. En esa escucha y diálogo  seguro que descubrimos valores que son, sin duda, nacidos del Espíritu de Dios que sopla en todas las direcciones.  Necesitamos muchos cristianos que vean con nuevos ojos a los demás y descubran y nos ayuden a descubrir esos gestos y signos que son del Reino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario