viernes, 22 de febrero de 2019

REFLEXIONAMOS EL PUNTO 9º: UN CAMINO EN COMUNIÓN HACIA UNA IGLESIA CON FUTURO

"QUE SEAN UNO COMO NOSOTROS SOMOS UNO" Jn 17, 1-26
No podemos escondernos en la jaula del pasado ni volver a repetir fórmulas estériles...Caminamos hacia una Iglesia con futuro siguiendo la experiencia de santidad de muchas personas dispuestas a participar en la comunión con Dios. Podemos convertirnos en una bendición para el mundo y para las personas  que nos rodean. Para ello contamos con la bendición de Dios y de Nuestra Señora de los Angeles.
Para que la alegría del Evangelio llegue hasta  los confines de estas tierras y ningún hombre se vea privado de su luz  a través del testimonio de la vida de los creyentes.

¿CÓMO VIVO MI LLAMADA A LA SANTIDAD EN MI VIDA DIARIA DESDE EL CORAZÓN DE LA IGLESIA Y CÓMO SOY REFLEJO DE LA PRESENCIA DEL ROSTRO DE DIOS HACIENDO PRESENTE "LA SANTIDAD DE LA PUERTA DE AL LADO? (GE7)
Reconozco que el Señor me llama a  parecerme a Él y para eso tengo que estar en continua revisión de mis gestos , actitudes y valores para que se acomoden a las suyas.  Que todo lo que vivo cada instante sea en sus coordenadas de amor, perdón, acogida , misericordia... porque estoy unido a Él por la oración, por su gracia y así me siernto uno con toda la Humanidad y nada que ocurra a los demás me debe resultar ajeno.
Tendremos que  reconocer  la realidad de cada familia con la que entramos en relación a través de la catequesis.  Ser sensibles a través del niño y de las entrevistas que tengamos de cómo podemos ser ayuda en su coyuntura económica, laboral, de  atención educativa a sus hijos( apoyo escolar). Cursos o talleres que  les haga encontrarse para resolver estas preocupaciones.
Pedir a los padres qué están dispuestos a  ofrecer a los demás o para ser ayuda. Cómo poder crear redes de apoyo, de informaciones de interés para superar dificultades de todo tipo: ayuda  para saber hacerse autónomos los hijos, transmitirles los valores humanos básicos, realizar simulaciones de casos frecuentes  en los que no los acompañamos ni orientamos adecuadamente. Utilizar todos los recursos de comunicación en familia, prevención de  dependencias  o ludopatías...
Proponer en la hoja de inscripción en qué aspectos les gustaría recibir ayuda.

¿CÓMO ES PERCIBIDO NUESTRO TRABAJO EVANGELIZADOR Y PASTORAL?
A veces tengo la impresión de perder el tiempo con los padres de los niños de catequesis , pues parece que se proponen  aguantar un par de años,  y después desaparecen. Se han comprometido a asistir a misa o las reuniones, pero su asistencia es de un 30%.
Nos falta que los padres perciban nuestra cercanía y nuestro empeño en ser aliados suyos para conseguir una educación total de su hijo. Que lleguemos a una confianza total para  trabajar coordinados y unidos.
 Tenemos que preparar muy bien los contenidos y la realización de las reuniones con los padres. Deberíamos dedicar las mismas energías que usamos para atender a sus hijos.
. Tenemos que dar una respuesta muy exquisita a  las eucaristías y a las reuniones a las que los convocamos para que  den en el centro de sus preocupaciones y seamos ayuda para enfrentarse a los problemas que les preocupan. Creo que no estamos dando en la diana.

¿QUÉ DEBERÍAMOS HACER PARA QUE SE PERCIBIERA COMO ALGO CON FUTURO?

Tenemos que embarrarnos  en sus problemas y partir de lo que les preocupa y no les deja centrarse en estas cosas de la fe que les parece irrelevante ante las grandes preocupaciones que tienen y que tienen que resolver antes para poderse centrar. Hay que hacer un camino.

¿CÓMO PODEMOS CONVERTIRNOS EN BENDICIÓN PARA LAS PERSONAS A QUIENES LES RESULTA MÁS FIFÍCIL ORIENTARSE SOBRE EL SENTIDOS DE SUS VIDAS?
 Sólo el roce, la amistad, el trato y la convivencia  hace que las personas se conozcan y, al entrar en relación, se pueden contagiar, encontrar  ayuda y servirse de referencia. Sólo así podremos juntos aprender mutuamente unos de otros  y practicar la "sinodalidad". Los cristianos tenemos que vivir tan a fondo el ser otros Jesús, que de esa manera podamos ser  referentes para los demás.

REFLEXIONAMOS EL PUNTO 8º: UN CAMINO PARA VALIENTES Y HUMILDES

UN CAMINO PARA VALIENTES Y HUMILDES"
No tengáis miedo ..." Mc16, 1-18
No quedarnos encerrados. Tenemos que fortalecer la vida comunitaria, eclesial y salir al encuentro de los otros y acompañarlos. Salir a la calle para invitar a los excluidos con un deseo inagotable de misericordia. Debemos tocar la carne sufriente de Cristo en el pueblo y así tener "olor a oveja".
Que sepamos tener paciencia a que lleguen los frutos, no quemar etapas. No seamos quejosos ni alarmistas ni veamos enemigos en todas partes, más bien, encontremos la manera de que la Palabra se ecarne en una situación concreta y dé frutos de vida nueva. Y toda esta belleza la celebremos y festejemos en la Liturgia para reponer fuerzas en el Pan de vida..  Debemos remar mar adentro y contagiar el amor liberador de Jesuscristo.

¿EN QUÉ PUEDO TRADUCIR LO DE "SER UN VALIENTE TESTIGO DE JESUSCRISTO"? ¿CÓMO LO VIVO Y CÓMO LO PUEDO VIVIR?
Se trata de que yo viva con determinación el ser  alguien que traduce al  aquí y ahora, cómo actuaría Jesús en nuestra realidad social y política  concreta en todas las relaciones humanas en las que vivo. Necesita Jesús actualizar su vida  a través de todos los seguidores  que están movidos por su Espítiru, que se mojan y embarran en los problemas que nos aquejan aquí y ahora.
Acoger a cada familia de los niños de catequesis,  las de nuestros talleres,  las de matrimonios rotos, las de matrimonios que  se ven desabordados por  falta de trabajo, trabajo explotado de horas y de sueldo,  desorientados por el ritmo frenético que impone  este mundo y ponernos a reflexionar... y descubrir juntos caminos nuevos.  Lo mismo con  los jóvenes ... acompañar  y orientar. Somos pocos y probrecillos. Aceptar  las limitaciones y poner ilusión en  vivir acogiendo y ayudando y el Señor irá haciendo lo que falta.

¿ CÓMO, AÚN SIENDO MINORITARIOS, PODEMOS MANTENER LA MISIÓN EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA CON VALENTÍA Y HUMILDAD?
Si el Evangelioo   llena de alegria nuestra vida, eso se contagia.

¿CÓMO PODEMOS CONTAGIAR LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO A LOS DEMÁS?
Las comunidades de cada parroquia deben vivir el Evangelio y así poderlo contagiar y para ello tienen que celebrar y vivir  la Eucaristía con tal riqueza que sea el medio de recargar su pila para vivir esa misión de "podéis ir en Paz" a la vida y  con nuestra vida publicar  al Jesús de los Evangelios. Animarnos, compartir en pequeñas comuidades todo para que en ese caminar nos vayamos transformando (revistiendo) de Cristo.
Tenemos que ir creando grupos que  entran en relación  con la Parroquia por diferentes motivos y cuidar que esos grupos animados y acompañados por alguien que siendo laico, tenga capacidades probadas para ello.

¿ES UNA FUERZA O UNA DEBILIDAD QUE LA IGLESIA NO SEA PERCIBIDA COMO UNA FUERZA SOCIAL?  Yo creo que es una fuerza  que la Iglesia no sea percibida como una fuerza social.
No debe conservar ningún poder para poder ser lo que Jesús quiso: "levadura , sal y luz", desde la pobreza de medios, de poder, de influencias.  Es ser vida y ejemplo, sin adoctrinar ni convencer por la razón, sino por la sencillez de los hechos que convencen.

jueves, 21 de febrero de 2019

REFLEXIONAMOS EL PUNTO 7º: LA CATOLICIDAD, NUESTRA FUERZA: UN CAMINO EMINENTEMENTE COMUNITRIO

A partir de Hch: 2, 1-11
Tenemos que hacer un camino juntos, en comunidad, ejercitando la sinodalidad  ( una Iglesia que escucha, en la cual cada uno tiene algo que aprender y todos a la escucha del Espíritu Santo) y, así llevar  a cabo nuevos métodos pastorales, nuevas iniciativas de comunión.
Todos los grupos  están al servicio de los demás y deben prestar la debida atención a las personas que necesitan ayuda y ser un espacio social en el que puedan encontrarse con Cristo. Ser "estaciones de servicio espiritual".
 Que superando las barreras ideológicas, políticas y territoriales encontremos la manera de defender a las personas. No está sólo el sacerdote, es todo el pueblo de Dios que ha de atender no sólo el culto , sino los colegios, guarderías, hospitales, cárceles, comedores sociales, residencias de ancianos, cáritas... Es una atención a todo y a todos.Debemos estar en red.
Todo ello se debe plasmar en una  actualizada pastoral vocacional.
Vivimos con esperanza el Sínodo de la Juventud y la JMJ de Panamá.

¿POR QUÉ CONSIDERO IMPRESCINDIBLE LA DIMENSIÓN COMUNITARIA DE LA VIDA CRISTIANA?
La vida humana sólo se entiende en relación. La dimensión comunitaria es esencial a nuestra fe. Jesús nos dijo que donde hay dos o tres reunidos en su nombre está Él en medio de ellos. Nos envió a predicar a todo el mundo de dos en dos... Sabemos que en lo individual, aislado no se encuentra el Reino. El amor es relación y es la esencia de Dios.

¿CÓMO LA VIVO? ¿CÓMO ME GUSTARÍA VIVIRLA?
Me tientan muchas veces las actitudes de la eficacia y  de realizar  acualquier trabajo  por mi cuenta, porque   me da la impresión de que mientras lo explico, ya lo he hecho. Pero sé que esa actitudd no es acorde con el Espíritu que es  escucha, apertura al otro, misericordia, perdón, ayuda, paciencia, hacer crecer a los otros... Soy consciente de lo bello que es crear grupo, familia, comunidad, lazos que nos unen en el cuidado y  preocupacion por los que formamos parte de un equipo. Por ejemplo, el de catequistas.

¿CÓMO PODEMOS SERVIR DE AYUDA A LA ATENCIÓN PASTORAL DEL RESTO DE CREYENTES?
Madurando y viviendo nuestra fe cada vez con más determinación y ofrecernos como animadores o acompañantes a pequeñas comunidades que vayan surgiendo en la parroquia. Como catequistas no sólo de niños sino de adultos.

¿CÓMO PODEMOS CONVERTIR NUESTRAS COMUNIDADES EN UN ESPACIO SOCIAL PARA EL ENCUENTRO CON CRISTO Y EN "ESTACIONES DE SERVIVIO" ESPIRITUAL?
Tenemos que ser comunidades vivas que contagian el entusiasmo que sienten   por Jesús y cómo lo llevamos a flor de piel en todo lo que hacemos y decimos. Así contagiaremos y haremos preguntarse a la gente  por qué somos tan felices y estamos siempre alegres. Cada acual puede comprometerse en el variado abanico de actividades y servivios que funcionan o  pueden funcionar en nuestrasparroquias.
 La realidad es que somos comunidades pequeñas, de pocas personas y con  poca determinación.

¿QUÉ HEMOS DE HACER PARA VIVIR COMO DISCÍPULOS Y TESTIGOS CREÍBLES DE JESUCRISTO EN FRATERNIDAD CON QUIENES VIVEN ALEJADOS DE LA IGLESIA?
Yo daría la misma respuesta que   en la pregunta anterior. Los pocos que somos  tenemos que  rezumar acogida a todos y especialmente a los alejados y pobres. Y esto hay que concretarlo en las diversas pastorales que existen y otras que hay que  inventar par dar respuesta a los problemas concretos de lagente que está a nuestro alrededor.

viernes, 8 de febrero de 2019

DOCUMENTO SOBRE LA FRATERNIDAD HUMANA DE FRANCISCO Y El IMÁN

Transcribo este documento que busca  que todos a nivel mundial luchemos por ser cada cual según su identidad, pero al mismo tiempo reconocernos llenos de valores  que nos enrriquecen a todos.
Todas las religiones acercan al Dios cuya gloria es que los hombres  se traten como hermanos.



"Dios, Todopoderoso, no necesita ser defendido por nadie y no quiere que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente"
"Oriente y Occidente pueden ayudarse mutuamente para evitar que la guerra mundial rompa con su poder destructivo"
DOCUMENTO SOBRE LA FRATERNIDAD HUMANA DE FRANCISCO  Y El    IMÁN

Documento
En el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos, para poblar la tierra y difundir en ella los valores del bien, la caridad y la paz.
En el nombre de la inocente alma humana que Dios ha prohibido matar, afirmando que quien mata a una persona es como si hubiese matado a toda la humanidad y quien salva a una es como si hubiese salvado a la humanidad entera.
En el nombre de los pobres, de los desdichados, de los necesitados y de los marginados que Dios ha ordenado socorrer como un deber requerido a todos los hombres y en modo particular a cada hombre acaudalado y acomodado.
En el nombre de los huérfanos, de las viudas, de los refugiados y de los exiliados de sus casas y de sus pueblos; de todas las víctimas de las guerras, las persecuciones y las injusticias; de los débiles, de cuantos viven en el miedo, de los prisioneros de guerra y de los torturados en cualquier parte del mundo, sin distinción alguna.
En el nombre de los pueblos que han perdido la seguridad, la paz y la convivencia común, siendo víctimas de la destrucción, de la ruina y de las guerras.
En nombre de la «fraternidad humana» que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales.
En el nombre de esta fraternidad golpeada por las políticas de integrismo y división y por los sistemas de ganancia insaciable y las tendencias ideológicas odiosas, que manipulan las acciones y los destinos de los hombres.
En el nombre de la libertad, que Dios ha dado a todos los seres humanos, creándolos libres y distinguiéndolos con ella.
En el nombre de la justicia y de la misericordia, fundamentos de la prosperidad y quicios de la fe.
En el nombre de todas las personas de buena voluntad, presentes en cada rincón de la tierra.
En el nombre de Dios y de todo esto, Al-Azhar al-Sharif -con los musulmanes de Oriente y Occidente-, junto a la Iglesia Católica -con los católicos de Oriente y Occidente-, declaran asumir la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio.

Nosotros -creyentes en Dios, en el encuentro final con él y en su juicio-, desde nuestra responsabilidad religiosa y moral, y a través de este Documento, pedimos a nosotros mismos y a los líderes del mundo, a los artífices de la política internacional y de la economía mundial, comprometerse seriamente para difundir la cultura de la tolerancia, de la convivencia y de la paz; intervenir lo antes posible para parar el derramamiento de sangre inocente y poner fin a las guerras, a los conflictos, a la degradación ambiental y a la decadencia cultural y moral que el mundo vive actualmente.
Nos dirigimos a los intelectuales, a los filósofos, a los hombres de religión, a los artistas, a los trabajadores de los medios de comunicación y a los hombres de cultura de cada parte del mundo, para que redescubran los valores de la paz, de la justicia, del bien, de la belleza, de la fraternidad humana y de la convivencia común, con vistas a confirmar la importancia de tales valores como ancla de salvación para todos y buscar difundirlos en todas partes.
Esta Declaración, partiendo de una reflexión profunda sobre nuestra realidad contemporánea, valorando sus éxitos y viviendo sus dolores, sus catástrofes y calamidades, cree firmemente que entre las causas más importantes de la crisis del mundo moderno están una conciencia humana anestesiada y un alejamiento de los valores religiosos, además del predominio del individualismo y de las filosofías materialistas que divinizan al hombre y ponen los valores mundanos y materiales en el lugar de los principios supremos y trascendentes.
Nosotros, aun reconociendo los pasos positivos que nuestra civilización moderna ha realizado en los campos de la ciencia, la tecnología, la medicina, la industria y del bienestar, en particular en los países desarrollados, subrayamos que, junto a tales progresos históricos, grandes y valiosos, se constata un deterioro de la ética, que condiciona la acción internacional, y un debilitamiento de los valores espirituales y del sentido de responsabilidad. Todo eso contribuye a que se difunda una sensación general de frustración, de soledad y de desesperación, llevando a muchos a caer o en la vorágine del extremismo ateo o agnóstico, o bien en el fundamentalismo religioso, en el extremismo o en el integrismo ciego, llevando así a otras personas a ceder a formas de dependencia y de autodestrucción individual y colectiva.
La historia afirma que el extremismo religioso y nacional y la intolerancia han producido en el mundo, tanto en Occidente como en Oriente, lo que podrían llamarse los signos de una «tercera guerra mundial a trozos», signos que, en diversas partes del mundo y en distintas condiciones trágicas, han comenzado a mostrar su rostro cruel; situaciones de las que no se conoce con precisión cuántas víctimas, viudas y huérfanos hayan producido. Asimismo, hay otras zonas que se preparan a convertirse en escenario de nuevos conflictos, donde nacen focos de tensión y se acumulan armas y municiones, en una situación mundial dominada por la incertidumbre, la desilusión y el miedo al futuro y controlada por intereses económicos miopes.
También afirmamos que las fuertes crisis políticas, la injusticia y la falta de una distribución equitativa de los recursos naturales -de los que se beneficia solo una minoría de ricos, en detrimento de la mayoría de los pueblos de la tierra- han causado, y continúan haciéndolo, gran número de enfermos, necesitados y muertos, provocando crisis letales de las que son víctimas diversos países, no obstante las riquezas naturales y los recursos que caracterizan a las jóvenes generaciones. Con respecto a las crisis que llevan a la muerte a millones de niños, reducidos ya a esqueletos humanos -a causa de la pobreza y del hambre-, reina un silencio internacional inaceptable.
Pope Francis began his first full day in #AbuDhabi with an official welcome by the Crown Prince @HHShkMohd at the Presidential Palace. #PopeFrancisinUAE (photo: Vatican Media) pic.twitter.com/mbmMmyZrhl
— U.S. in Holy See (@USinHolySee) 4 de febrero de 2019

En este contexto, es evidente que la familia es esencial, como núcleo fundamental de la sociedad y de la humanidad, para engendrar hijos, criarlos, educarlos, ofrecerles una moral sólida y la protección familiar. Atacar la institución familiar, despreciándola o dudando de la importancia de su rol, representa uno de los males más peligrosos de nuestra época.
Declaramos también la importancia de reavivar el sentido religioso y la necesidad de reanimarlo en los corazones de las nuevas generaciones, a través de la educación sana y la adhesión a los valores morales y a las enseñanzas religiosas adecuadas, para que se afronten las tendencias individualistas, egoístas, conflictivas, el radicalismo y el extremismo ciego en todas sus formas y manifestaciones.
El primer y más importante objetivo de las religiones es el de creer en Dios, honrarlo y llamar a todos los hombres a creer que este universo depende de un Dios que lo gobierna, es el Creador que nos ha plasmado con su sabiduría divina y nos ha concedido el don de la vida para conservarlo. Un don que nadie tiene el derecho de quitar, amenazar o manipular a su antojo, al contrario, todos deben proteger el don de la vida desde su inicio hasta su muerte natural. Por eso, condenamos todas las prácticas que amenazan la vida como los genocidios, los actos terroristas, las migraciones forzosas, el tráfico de órganos humanos, el aborto y la eutanasia, y las políticas que sostienen todo esto.
Además, declaramos -firmemente- que las religiones no incitan nunca a la guerra y no instan a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre. Estas desgracias son fruto de la desviación de las enseñanzas religiosas, del uso político de las religiones y también de las interpretaciones de grupos religiosos que han abusado -en algunas fases de la historia- de la influencia del sentimiento religioso en los corazones de los hombres para llevarlos a realizar algo que no tiene nada que ver con la verdad de la religión, para alcanzar fines políticos y económicos mundanos y miopes. Por esto, nosotros pedimos a todos que cese la instrumentalización de las religiones para incitar al odio, a la violencia, al extremismo o al fanatismo ciego y que se deje de usar el nombre de Dios para justificar actos de homicidio, exilio, terrorismo y opresión. Lo pedimos por nuestra fe común en Dios, que no ha creado a los hombres para que sean torturados o humillados en su vida y durante su existencia. En efecto, Dios, el Omnipotente, no necesita ser defendido por nadie y no desea que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente.

Este Documento, siguiendo los Documentos Internacionales precedentes que han destacado la importancia del rol de las religiones en la construcción de la paz mundial, declara lo siguiente:
· La fuerte convicción de que las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad y a despertar el sentido de la religiosidad entre los jóvenes, para defender a las nuevas generaciones del dominio del pensamiento materialista, del peligro de las políticas de la codicia de la ganancia insaciable y de la indiferencia, basadas en la ley de la fuerza y no en la fuerza de la ley.
· La libertad es un derecho de toda persona: todos disfrutan de la libertad de credo, de pensamiento, de expresión y de acción. El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos. Esta Sabiduría Divina es la fuente de la que proviene el derecho a la libertad de credo y a la libertad de ser diferente. Por esto se condena el hecho de que se obligue a la gente a adherir a una religión o cultura determinada, como también de que se imponga un estilo de civilización que los demás no aceptan.
· La justicia basada en la misericordia es el camino para lograr una vida digna a la que todo ser humano tiene derecho.

· El diálogo, la comprensión, la difusión de la cultura de la tolerancia, de la aceptación del otro y de la convivencia entre los seres humanos contribuirían notablemente a que se reduzcan muchos problemas económicos, sociales, políticos y ambientales que asedian a gran parte del género humano.
· El diálogo entre los creyentes significa encontrarse en el enorme espacio de los valores espirituales, humanos y sociales comunes, e invertirlo en la difusión de las virtudes morales más altas, pedidas por las religiones; significa también evitar las discusiones inútiles.
· La protección de lugares de culto -templos, iglesias y mezquitas- es un deber garantizado por las religiones, los valores humanos, las leyes y las convenciones internacionales. Cualquier intento de atacar los lugares de culto o amenazarlos con atentados, explosiones o demoliciones es una desviación de las enseñanzas de las religiones, como también una clara violación del derecho internacional.
· El terrorismo execrable que amenaza la seguridad de las personas, tanto en Oriente como en Occidente, tanto en el Norte como en el Sur, propagando el pánico, el terror y el pesimismo no es a causa de la religión -aun cuando los terroristas la utilizan-, sino de las interpretaciones equivocadas de los textos religiosos, políticas de hambre, pobreza, injusticia, opresión, arrogancia; por esto es necesario interrumpir el apoyo a los movimientos terroristas a través del suministro de dinero, armas, planes o justificaciones y también la cobertura de los medios, y considerar esto como crímenes internacionales que amenazan la seguridad y la paz mundiales. Tal terrorismo debe ser condenado en todas sus formas y manifestaciones.
· El concepto de ciudadanía se basa en la igualdad de derechos y deberes bajo cuya protección todos disfrutan de la justicia. Por esta razón, es necesario comprometernos para establecer en nuestra sociedad el concepto de plena ciudadanía y renunciar al uso discriminatorio de la palabra minorías, que trae consigo las semillas de sentirse aislado e inferior; prepara el terreno para la hostilidad y la discordia y quita los logros y los derechos religiosos y civiles de algunos ciudadanos al discriminarlos.
· La relación entre Occidente y Oriente es una necesidad mutua indiscutible, que no puede ser sustituida ni descuidada, de modo que ambos puedan enriquecerse mutuamente a través del intercambio y el diálogo de las culturas. El Occidente podría encontrar en la civilización del Oriente los remedios para algunas de sus enfermedades espirituales y religiosas causadas por la dominación del materialismo. Y el Oriente podría encontrar en la civilización del Occidente tantos elementos que pueden ayudarlo a salvarse de la debilidad, la división, el conflicto y el declive científico, técnico y cultural. Es importante prestar atención a las diferencias religiosas, culturales e históricas que son un componente esencial en la formación de la personalidad, la cultura y la civilización oriental; y es importante consolidar los derechos humanos generales y comunes, para ayudar a garantizar una vida digna para todos los hombres en Oriente y en Occidente, evitando el uso de políticas de doble medida.
Como en el diluvio universal en nombre de Dios necesitamos entrar juntos el arca para salvaguardar la paz y navegar por los mares tormentosos del mundo: Palabras del imán del Papa Francisco en Abu Dhabi #PopeFrancisInUAE
AUDIO. 
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2)
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— Miguel Á. Pérez (@sanmiguelillo) 4 de febrero de 2019

· Es una necesidad indispensable reconocer el derecho de las mujeres a la educación, al trabajo y al ejercicio de sus derechos políticos. Además, se debe trabajar para liberarla de presiones históricas y sociales contrarias a los principios de la propia fe y dignidad. También es necesario protegerla de la explotación sexual y tratarla como una mercancía o un medio de placer o ganancia económica. Por esta razón, deben detenerse todas las prácticas inhumanas y las costumbres vulgares que humillan la dignidad de las mujeres y trabajar para cambiar las leyes que impiden a las mujeres disfrutar plenamente de sus derechos.
· La protección de los derechos fundamentales de los niños a crecer en un entorno familiar, a la alimentación, a la educación y al cuidado es un deber de la familia y de la sociedad. Estos derechos deben garantizarse y protegerse para que no falten ni se nieguen a ningún niño en ninguna parte del mundo. Debe ser condenada cualquier práctica que viole la dignidad de los niños o sus derechos. También es importante estar alerta contra los peligros a los que están expuestos - especialmente en el ámbito digital-, y considerar como delito el tráfico de su inocencia y cualquier violación de su infancia.
· La protección de los derechos de los ancianos, de los débiles, los discapacitados y los oprimidos es una necesidad religiosa y social que debe garantizarse y protegerse a través de legislaciones rigurosas y la aplicación de las convenciones internacionales al respecto.
Con este fin, la Iglesia Católica y al-Azhar, a través de la cooperación conjunta, anuncian y prometen llevar este Documento a las Autoridades, a los líderes influyentes, a los hombres de religión de todo el mundo, a las organizaciones regionales e internacionales competentes, a las organizaciones de la sociedad civil, a las instituciones religiosas y a los exponentes del pensamiento; y participar en la difusión de los principios de esta Declaración a todos los niveles regionales e internacionales, instándolos a convertirlos en políticas, decisiones, textos legislativos, planes de estudio y materiales de comunicación.
Al-Azhar y la Iglesia Católica piden que este Documento sea objeto de investigación y reflexión en todas las escuelas, universidades e institutos de educación y formación, para que se ayude a crear nuevas generaciones que traigan el bien y la paz, y defiendan en todas partes los derechos de los oprimidos y de los últimos.



En conclusión, deseamos que:
esta Declaración sea una invitación a la reconciliación y a la fraternidad entre todos los creyentes, incluso entre creyentes y no creyentes, y entre todas las personas de buena voluntad;
sea un llamamiento a toda conciencia viva que repudia la violencia aberrante y el extremismo ciego; llamamiento a quien ama los valores de la tolerancia y la fraternidad, promovidos y alentados por las religiones;
sea un testimonio de la grandeza de la fe en Dios que une los corazones divididos y eleva el espíritu humano;
sea un símbolo del abrazo entre Oriente y Occidente, entre el Norte y el Sur y entre todos los que creen que Dios nos ha creado para conocernos, para cooperar entre nosotros y para vivir como hermanos que se aman.
Esto es lo que esperamos e intentamos realizar para alcanzar una paz universal que disfruten todas las personas en esta vida.
Abu Dabi, 4 de febrero de 2019
Su Santidad, Papa Francisco
Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyib

sábado, 2 de febrero de 2019

REFLEXIONAMOS EL PUNTO 6º: ¡HAY UN FUTURO DE IGLESIA!



¡HAY UN FUTURO DE IGLESIA!
 Y perseveraban en la comunión, en la fracción del pan  y en las oraciones. Hch 2,42ss
No se trata de un plan administrativo sino de cambiar los corazones. Se trata de ser cambiados en el encuentro con el Señor,  en la oración, en la Eucaristía y el servicio de caridad. Ejemplos tenemos en Benito Menni y Faustino Míguez, santos de nuestra diócesis. Tenemos una gran guía en  “La Alegría del Evangelio” y en "La Llamada a la Santidad en el Mundo Actual".
 Donde la fe se celebra, donde hay un gran deseo de escuchar y acoger la Palabra. Hay un futuro en la Iglesia.
 ¿CÓMO ACTUA EN MÍ EL CAMINO ESPIRITUAL  QUE SE NOS PROPONE AQUÍ?
Me va transformando  poquito a poco, pero como en la párabola del Reino, en que la semilla va creciendo mientras el sembrador duerme.  Soy un instrumento por el que Dios se vale para ir transformando  el mundo que me rodea. Casi imperceptible, pero en la medida que Él vive en mí, lo transmito a quienes se relacionan conmigo.

 ¿QUÉ ME HACE SENTIR A LA IGLESIA COMO ALGO MÍO? ¿ QUÉ ME LO IMPIDE?
Seguir a Jesús con coherencia me hace buscar la comunidad donde Él se hace presente. Solo en comunidad llevamos adelante su plan de ir por todo el mundo a anunciar el Evangelio.  Nos tiene dicho que donde dos o más se reunen en su nombre, allí está Él.
 Me lo impiden todos los gestos que como Iglesia no son de Jesús: el afan de trepar, de poder, de dinero y posesiones, de creernos mejores,de  que no hay salvación fuera de la Iglesia, los abusos de poder y pederastia...

¿QUÉ SIGNOS DE FUTURO VEO EN LA IGLESIA?
Nos estamos tomando en serio el meollo del evangelio y estamos  iniciando una conversión al Evangelio, no a normas y dogmas y conocimientos teóricos. En Lc 6, 37-38 nos propone:

"Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros".»
 El volver al Evangelio, las encícliaca del Papa Francisco,  el saber que seguir a Jesús es cosa y responsabildad de cada uno de los cristianos. Las nuevas miradas de valor sobre laicos y sobre la mujer. 

¿QUÉ DEBERÍA CAMBIAR EN NUESTRA DIÓCESIS PARA PODER HACER REALIDAD ESTE CAMINO?
Todo lo que no es evangélico lo tenemos que desechar. El culto vacío, las mentalidades  sobre Dios y la religión  insostenibles. El no ser coherentes con lo que predicamos de Jesús. Defender los intereses de los ricos y del  poder, en vez de a los pobres, emigrantes y don nadies.



¿CÓMO  PODEMOS HACER REALIDAD LO DE QUE TODOS SOMOS DISCÍPULOS MISIONEROS?
Hacer que nuestra vida transluzca el estilo de vida que vivió Jesús. Si  lo vivimos, ya lo estamos predicando con lo que hacemos.  Publicarlo con palabras después , sí será coherente. Así cada pequeña comunidad de cada parroquia está  siendo misionera en comunidad y en cada uno de sus miembros.



¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A QUE TODOS PUEDAN TENER UN ENCUENTRO PERSONAL CON CRISTO?
Remito a lo de antes. Que se nos note a cada uno que vivimos enamorados de Jesús y que es el motor de nuestra avida en todos los aspectos.