A MARÍA, LA
AUXILIADORA
A MARÍA, LA MUJER
SENCILLA.
LA MUJER DEL MONTÓN.
LA QUE VIVE EN LA SENCILLEZ,
QUE PASA DESAPERCIBIDA,
PERO ES MADRE,
MADRE DEL AMOR
QUE SE HACE HOMBRE,
DE JESÚS, EL SALVADOR.
AL QUE LE DA TODO LO QUE ES:
SU VIDA, SUS VALORES,
SU TIEMPO, SU
TERNURA,
SU MIRADA Y SU FE.
A DIOS TE CONFÍAS
Y NO QUIERES OTRA COSA
QUE SU VOLUNTAD.
TE VACÍAS DE TI MISMA
Y TE DEJAS LLENAR DE DIOS-AMOR.
EN TI SE MIRAN TODAS
LAS MADRES.
TODAS SE CONVIERTEN EN MADRES
DESDE EL AMOR
QUE SON CAPACES DE DAR A LUZ
EN EL QUEHACER DE CADA DÍA.
JUNTAS DAIS LA VIDA AL MUNDO
LA VIDA DE CADA SER HUMANO,
EN EL REGAZO DEL AMOR
CON EL QUE AYUDÁIS AL CREADOR.
DESDE SIEMPRE CONTÓ CON VOSOTRAS.
ÉL LO PENSÓ BIEN:
“TENDRÉ UNA COLABORADORA
PARA QUE LA VIDA ESTÉ
BIEN COBIJADA, CUIDADA
Y ACOMPAÑADA”
ASÍ TÚ, MARÍA AUXILIADORA
ERES LLENA DE GRACIA.
ERES AMOR, PUES ESTÁS LLENA DE
DIOS.
TE PEDIMOS POR TODAS LAS MAMÁS
Y POR
TODOS LOS PAPÁS,
QUE DEBEN CUSTODIAR LA VIDA.
QUE TE IMITEN EN TODO.
QUE CONSTRUYAMOS UN MUNDO
DONDE
NO HAYA NADIE EXCLUIDO
NI LE FALTE EL TRABAJO
NI EL TECHO NI EL PAN.
QUE SIEMPRE CONTEMOS CON TU
AUXILIO
Y, AGARRADOS DE TU MANO
Y DE LA MANO DE TU HIJO,
SEAMOS TODOS HERMANOS.